martes, 24 de julio de 2012

EL YOGUR DE FRESA



Érase una vez un frigorífico muy muy grande que había en casa deLaura, una niña de 6 años, a la que le gustaba tomarse, todos los días, un yogur de fresa antes de dormir.
Cuando terminaba de cenar, Laura iba derecha a la cocina de su casa, abría el frigorífico, alzaba la mano por encima de su cabeza y empezaba a tantear en la balda del frigorífico donde se encontraban los yogures. Así, hasta que daba con un yogur de fresa, que se comía muy a gusto con sus padres sentada en el salón, mientras veía la tele.
A Laura le gustaba mucho la televisión, por lo que siempre se quedaba con sus padres viendo las películas o programas que ellos veían hasta que sus padres se acostaban. Sus padres no le decían nada de que se fuera a dormir, ya que no pensaban que fuera malo para ella que se quedara viendo la tele mucho tiempo.
Esa era la rutina de Laura, todos los días hacía lo mismo, cogía el yogur… y veía la tele por las noches. Pero ella no sabía lo que ocurría dentro del frigorífico cuando iba a coger su yogur de fresa, ya que la vista no le alcanzaba a esa altura.
Sin que ella lo supiera, cada vez que tanteaba en la balda del frigorífico iba empujando con sus dedos a uno de esos yogures de fresa hacia la parte de atrás del frigorífico.
Un día, cuando su padre la alzó en brazos para que pudiera ver si le quedaban yogures de fresa, se dio cuenta de que había un yogur en el fondo del frigorífico, pegado a la pared, con muy mal aspecto. Parecía oxidado y arrugado…
Laura le preguntó a su padre: “¿Por qué está ese yogur con ese aspecto tan feo, Papá?“.
Porque llevamos muchas semanas sin asomarnos al fondo del frigorífico, y lo hemos abandonado“, le contestó su padre.
Laura se quedó pensativa y dijo para sus adentros: “No tenía que haber dejado pasar tanto tiempo sin mirar el fondo del frigorífico…“.
Y siguió su vida, viendo la televisión sin que sus padres le pusieran ningún límite para verla…
Pasaron unos años…
Cuando Laura tenía ya 18 años, Laura llegó del instituto, como todos los días, y entró en su casa gritando e insultando a sus padres
El padre de Laura le preguntó a su mujer: “¿Qué hemos hecho para que Laura se comporte así continuamente?“, y la madre de Laura contestó: “Creo que todos estos años la hemos dejado al fondo del frigorífico…
FIN
Moraleja: nunca hay que dejar a los niños que vean la televisión sin ponerles límites.

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