domingo, 29 de julio de 2012

CARLITOS Y SU IMAGINACION



Carlitos y la imaginación


Carlitos y la imaginación.
Erase que se era un niño que tenía mucha imaginación, Carlitos que era así como se llamaba estaba todo el día viajando al mundo de la fantasía, y él era muy feliz allí. El problema radicaba en que Carlitos vivía en el País de los humanos en donde todo el mundo tiene que ser igual.

Carlitos y la imaginaciónAsí que Carlitos tenía problemas en el colegio porque como siempre estaba en el País de la fantasía pues se le olvidaba llevar los deberes, era el último en terminar los ejercicios. Esto conllevaba que sus profesores se enfadasen con él. Además sus padres también se sentían muy solos porque no sabían como podían traer a su hijo del País de la fantasía para que fuese como los demás niños y nadie les daba la solución.
Pero había una cosa que nadie se había dado cuenta, ni profesores, ni alumnos, ni los padres; y es que los niños como Carlitos tenían tal imaginación que creaban cosas, que son mucho más felices que los demás niños porque creen en la magia y en la fantasia. Y eramos nosotros los profesores, los padres y los demás niños quienes deberíamos al igua que Carlitos transportarnos al mundo de la magia de vez en cuando, al País de la fantasía en donde los sentimientos están a flor de piel, donde puedes ser lo que quieras, y donde puedes convertir una simple caja de cartón en un coche que vuela. Carlitos se convertía en superheroe y combatía todas las maldades del mundo, encerraba a todos los corruptos, y ayudaba a los pobres a que tuviesen de comer. Creaba ciudades donde no faltaba agua para nadie y donde toda las familias vivían juntas. Así era Carlitos un
SUPERHEROE.
Puede que Carlitos tarde más que otros niños en estar con los pies en la tierra, pero lo que sí os diré es que Carlitos habrá sido niño durante mucho más tiempo que los demás, y esto le ayudará en la vida a ser mucho mejor persona, en creer en los demás, en inventar cosas que nos aporten felicidad sin dañar a nadie. Quizás todos deberíamos a veces convertirnos en Carlitos y transportarnos a los mundos de la fantasia, de esa manera nuestro mundo podría cambiar. Así que animo a todos los padres que tienen un Carlitos en casa a que les dejemos que se transporten al País de la fantasia porque aunque nos digan que nuestros hijos no valen para estudiar porque sacan malas notas, eso no es verdad. Y un día Carlitos quizás salve nuestro planeta.

viernes, 27 de julio de 2012

ENCONTRE ESTE VIDEO DE HEIDE ESPERO QUE OS GUSTE

LORE LA NIÑA QUE LE GUSTABA LA TELEVISION



Lore es una niña de 8 años a la que le gustaba un montón ver la televisión por las tardes cuando llegaba del colegio.

Sin embargo su madre le decía todas las tardes: “LoreCon el tiempo, su madre se dio cuenta de que a su hija Lore le estaban saliendo culebrillas en las orejas, y empezaba a decir tonterías cada vez más…

En el colegio también le decían que últimamente se estaba quedando un poco tonta, y también llamaban la atención las culebrillas que le habían salido en las orejas.

De repente, un día, las culebrillas empezaron a hablarle a Lore, y le dijeron: “Lore, estamos contigo para impedirte que sigas viendo la tele, porque es muy mala para tu educación. Si sigues nuestros consejos, te haremos un regalo muy especial…

las culebrillas de sus orejas.
.
Lore se quedó pensativa y decidió hacer caso a
Muy pronto, las culebrillas vieron que Lore no veía la tele y entonces le regalaron unos juguetes educativos.

Lore se puso a jugar inmediatamente con los juguetes, y le gustó tanto que gritó a las culebrillas: “Qué divertido es esto!! Nunca me lo había pasado así de bien con la televisión!
La madre de Lore nunca más le tuvo que decir que dejara de ver la televisión, ya que ahora Lore sólo quería aprender jugando con sus nuevos juguetes educativos.

miércoles, 25 de julio de 2012

VUELVE SIMON CAT EL TRAVIESO


TRANCAS Y BARRANCAS CON SU CANCIÓN VAMOS A DORMIR


HOY VAMOS A CANTAR BIENNNN¡¡¡

BAMBY Y LOS AMIGOS DEL BOSQUE

 






Autor: Felix Salten.

Bambi y los amigos del bosque

Había llegado la primavera. El bosque estaba muy lindo. Los animalitos despertaban del largo invierno y esperaban todos un feliz acontecimiento.

- ¡Ha nacido el cervatillo! ¡El príncipe del bosque ha nacido! -anunciaba Tambor el conejito, mientras corría de un lado a otro.

Todos los animalitos fueron a visitar al pequeño ciervo, a quien su mamá puso el nombre de Bambi. El cervatillo se estiró e intentó levantarse. Sus patas largas y delgadas le hicieron caer una y otra vez. Finalmente, consiguió mantenerse en pie.

Tambor se convirtió en un maestro para el pequeño. Con él aprendió muchas cosas mientras jugaban en el bosque.

Pasó el verano y llegó el tan temido invierto. Al despertar una mañana, Bambi descubrió que todo el bosque estaba cubierto de nieve. Era muy divertido tratar de andar sobre ella. Pero también descubrió que el invierno era muy triste, pues apenas había comida.

Cierto día vio cómo corría un grupo de ciervos mayores. Se quedó admirado al ver al que iba delante de todos. Era más grande y fuerte que los demás. Era el Gran Príncipe del Bosque.

Aquel día la mamá de Bambi se mostraba inquieta. Olfateaba el ambiente tratando de descubrir qué ocurría. De pronto, oyó un disparo y dijo a Bambi que corriera sin parar. Bambi corrió y corrió hasta lo más espeso del bosque. Cuando se volvió para buscar a su mamá vio que ya no venía. El pobre Bambi lloró mucho.

- Debes ser valiente porque tu mamá no volverá. Vamos, sígueme -le dijo el Gran Príncipe del Bosque.

Bambi había crecido mucho cuando llegó la primavera. Cierto día, mientras bebía agua en el estanque, vio reflejada en el agua una cierva detrás de él. Era bella y ágil y pronto se hicieron amigos.

Una mañana, Bambi se despertó asustado. Desde lo alto de la montaña vio un campamento de cazadores. Corrió haciá allá y encontró a su amiga rodeada de perros. Bambi le ayudó a escapar y ya no se separaron más. Cuando llegó la primavera, Falina, que así se llamaba la cierva, tuvo dos crías. Eran los hijos de Bambi que, con el tiempo, llegó a ser el Gran Príncipe del Bosque.

Si por el bosque has de pasear, no hagas a los animales ninguna maldad.


EL BUHO GAFITAS


EL VIDEO ES PARA QUE HAGAIS VOSOTROS MISMOS UN BUHO

Asomaba la cabecita, desde su casita en el tronco del árbol., un búho con una carita muy divertida.

Trabajaba durante la noche dando las horas como si fuera un reloj para que los animalitos del bosque supieran que hora era en cada momento.

Su gran ilusión era salir de su casa durante el día, pero sus ojitos no veían bien y tenía que conformarse con salir de noche y abrir sus grandes ojazos que brillaban en la oscuridad.

Siempre me dicen que soy afortunado por tener esos ojos tan grandotes, decía: el búho.

Pero no saben, añadía , que aunque son tan llamativos, no veo las cosas tan claras y lindas como la gente las ve.

Salía durante la mañana pero a pocos metros se caía, y siempre decía:

¡Otro tropezón, otro tropezón, pero no me importa , sólo quiero ver el sol!.

Muy preocupado llamó a su amiga la ardilla Felisa, que vivía en un árbol cerca del suyo.

¡Felisa, Felisa, ven un momentito por favor!.

¡Tengo un problema y como tu tienes fama de lista, tal vez puedas echarme una mano!.

¿Qué te ocurre búho?, preguntó la ardilla Felisa.

Tengo que salir de día, quiero ver los animalitos que juegan durante la mañana y ver el lindo color del cielo cuando se pone el sol.

Quiero ver corretear a los conejos, y pegar brincos a los saltamontes y también como dan saltitos los pequeños pajarillos de mi árbol.

¡Tengo la solución, dijo la ardilla!-

¡Iremos al conejo oculista y te pondrá unas gafas especiales para ver durante el día!.

El búho estaba muy guapo con sus nuevas gafas, y así se cumplió su sueño, paseaba y paseaba y tanto salía durante el día, que al llegar la noche se quedaba dormido y sus amigos le decían:

¡Búho, no te duermas, que tienes que dar las horas!.

Después de muchos días se dio cuenta de que debía utilizar su tiempo mejor y decidió dormir algunas horas durante el día, así cumplía su deseo y por las noches no se dormía durante su trabajo.

EL BARQUERO INCULTO



Se trataba de un joven erudito, arrogante y engreido. Para cruzar un caudaloso rio de una a otra orilla tomo una barca. Valiente y sumiso, el barquero comenzo a remar con diligencia. De repente, una bandada de aves surco el cielo y el joven pregunto al barquero - Buen hombre, has estudiado la vida de las aves?

=No, señor - repuso el barquero

-Entonces, amigo has perdido la cuarta parte de tu vida. Pasados unos minutos, la barca se deslizo junto a unas exoticas plantas que flotaban en las aguas del rio. El joven pregunto al barquero

-Dime, barquero, has estudiado botanica?

=No señor, no se nada de plantas.

-Pues debo decirte que has perdido la mitad de tu vida - comento el petulante joven.

El barquero seguia remando pacientemente. El sol del mediodia se reflejaba luminosamente sobre las aguas del rio. Entonces el joven pregunto:

-Sin duda, barquero, llevas muchos años deslizandote por las aguas. Sabes por cierto, algo de la naturaleza del agua?

-No señor, nada se al respecto. No se nada de estas aguas ni de otras.

-Oh, amigo! exclamo el joven-. De verdad que has perdido las tres cuartas partes de tu vida.

Subitamente la barca comenzo a hacer agua. No habia forma de achicar tanta agua y la barca comenzo a hundirse.El barquero preguntó al joven

-Señor, sabes nadar?

-No, repuso el joven.

-Pues me temo señor que has perdido toda tu vida.

Fin



martes, 24 de julio de 2012

JUGANDO AL ESCONDITE





Cuentos para niños escritos por: Valepaz.

Había una vez, una niña llamada Francisca que vivía con su mama y su hermano.
La mamá se llamaba Karen y el hermano Benjamín.
Un día Francisca salió a jugar con sus dos amigas, Carla y Camila. Las dos fueron avisadas por sus mamás de que no llegaran tarde a casa.
Empezaron a jugar al escondite, primero Carla contó, y  Camila y Francisca se fueron a esconder.
Carla encontró a Camila pero pasó mucho tiempo y no encontraban a Francisca. Eran casi las seis de la tarde.
Pero justo en ese momento, vieron una cosa moverse detrás del árbol, y ahí estaba Francisca.
Las dos amigas se habían asustado porque no sabían que decirle a la mamá de Francisca si no conseguían encontrarla, pero cuando la encontraron le dieron un fuerte abrazo y todas se tomaron de la mano y se fueron a sus casas con su familia felizmente.
Colorín colorado este cuento se ha acabado.
FIN

EL YOGUR DE FRESA



Érase una vez un frigorífico muy muy grande que había en casa deLaura, una niña de 6 años, a la que le gustaba tomarse, todos los días, un yogur de fresa antes de dormir.
Cuando terminaba de cenar, Laura iba derecha a la cocina de su casa, abría el frigorífico, alzaba la mano por encima de su cabeza y empezaba a tantear en la balda del frigorífico donde se encontraban los yogures. Así, hasta que daba con un yogur de fresa, que se comía muy a gusto con sus padres sentada en el salón, mientras veía la tele.
A Laura le gustaba mucho la televisión, por lo que siempre se quedaba con sus padres viendo las películas o programas que ellos veían hasta que sus padres se acostaban. Sus padres no le decían nada de que se fuera a dormir, ya que no pensaban que fuera malo para ella que se quedara viendo la tele mucho tiempo.
Esa era la rutina de Laura, todos los días hacía lo mismo, cogía el yogur… y veía la tele por las noches. Pero ella no sabía lo que ocurría dentro del frigorífico cuando iba a coger su yogur de fresa, ya que la vista no le alcanzaba a esa altura.
Sin que ella lo supiera, cada vez que tanteaba en la balda del frigorífico iba empujando con sus dedos a uno de esos yogures de fresa hacia la parte de atrás del frigorífico.
Un día, cuando su padre la alzó en brazos para que pudiera ver si le quedaban yogures de fresa, se dio cuenta de que había un yogur en el fondo del frigorífico, pegado a la pared, con muy mal aspecto. Parecía oxidado y arrugado…
Laura le preguntó a su padre: “¿Por qué está ese yogur con ese aspecto tan feo, Papá?“.
Porque llevamos muchas semanas sin asomarnos al fondo del frigorífico, y lo hemos abandonado“, le contestó su padre.
Laura se quedó pensativa y dijo para sus adentros: “No tenía que haber dejado pasar tanto tiempo sin mirar el fondo del frigorífico…“.
Y siguió su vida, viendo la televisión sin que sus padres le pusieran ningún límite para verla…
Pasaron unos años…
Cuando Laura tenía ya 18 años, Laura llegó del instituto, como todos los días, y entró en su casa gritando e insultando a sus padres
El padre de Laura le preguntó a su mujer: “¿Qué hemos hecho para que Laura se comporte así continuamente?“, y la madre de Laura contestó: “Creo que todos estos años la hemos dejado al fondo del frigorífico…
FIN
Moraleja: nunca hay que dejar a los niños que vean la televisión sin ponerles límites.

jueves, 19 de julio de 2012

EL CONEJO GRANDE



Esta moderna fábula nos muestra con mucha gracia el eterno enfrentamiento entre el bien y el mal. Y como, finalmente, el bien siempre prevalece.
Reconocemos esta “estructura narrativa” inmediatamente porque la hemos visto muchísimas veces. Por ejemplo, la encontramos en todos los cuentos infantiles.
Estas historias muchas veces consiguen interesarme, aunque resulten un poco previsibles: me indigna primero la crueldad de la que son capaces los villanos, después siento la satisfacción de ver que cada una de sus maldades es debidamente castigada y por último me emociono con el “final feliz”, en el que los buenos son recompensados, el bien se impone, el amor triunfa, etc. Son historias edificantes, estimulantes y optimistas que promueven valores positivos indiscutibles como la justicia, el bien, la amistad y el amor…
Pero desde este sitio web se comparten ciertas ideas que, aunque son de validez universal, no es posible aplicar fácilmente a historias como esta. Por ejemplo…
El perdón no parece una respuesta adecuada al problema que representan estos tres incorregibles roedores. Y poner la otra mejilla no habría contribuido precisamente a poner fin a sus abusos y crueldades.
La proyección, es decir, el mecanismo por el cual cuando algo nos enoja es porque vemos representados en otros ciertos rasgos de nuestra propia personalidad que no podemos aceptar en nosotros (¡que ni siquiera podemos ver!), no parece aplicarse al caso de este simpático conejo.
la ley de atracción, que explica que atraemos a nuestras vidas el tipo de experiencias que concuerdan o que “sintonizan” con nuestras emociones más frecuentes, tampoco parece ser válida en este caso.
Es que en una película impecablemente realizada como ésta, hasta los más pequeños detalles está cuidados. Así, cada acción, cada actitud, cada expresión, cada mirada tienen un sentido, una intención, y somos conducidos de una manera irresistible a experimentar ciertas emociones y a extraer determinadas conclusiones.
Y, salvando las distancias, nosotros cuidamos con el mismo esmero, inconscientemente, cada detalle de nuestra propia vida. Así, cuando elegimos una interpretación acerca de lo que sucede, siempre optamos por aquella que nos permite continuar sosteniendo nuestras propias creencias. O cada vez que decidimos incorporar un nuevo personaje en nuestra historia, lo hacemos sólo si nos permitirá desarrollar el “guión” que ya tenemos escrito.
Y la “película” que estamos protagonizando nos parece tan real, tan cierta, que se nos hace muy difícil comprender que es casi íntegramente una ilusión. Y muchas veces nos sentimos como este conejo, injustamente maltratados o víctimas de un destino caprichoso e imprevisible, sobre el que creemos no tener control y del que no nos sentimos responsables.
Axel Piskulic

ANIMALITOS MELANCOLICOS


Estos animalitos parecen estar un poco tristes. O por lo menos muy, muy serios.
Y es que…
Dibujo de una ardilla muy seria
Tal vez a esta ardilla no le alcanza con saber muy bien cómo acaparar lo necesario para hacer frente a un largo período de escasez. Es que la felicidad no depende de lo que tengamos guardado, ni aunque se trate de una verdadera fortuna.
Dibujo de un monito triste
Quizás este monito sea el habitante más inteligente de toda la selva, pero no se lo ve muy contento… La inteligencia y la felicidad no van necesariamente de la mano.
Dibujo de un buho muy serio
La proverbial sabiduría del búho tampoco parece conducir a la felicidad. Podemos creer que conocemos todas las respuestas y todavía seguir preguntándonos cómo alcanzar la felicidad…
Dibujo de una tortuga aburrida
La seguridad de un refugio siempre disponible y hecho a su medida, no parece garantizarle la felicidad a esta tortuga. La seguridad no nos hace sentir felices, sino que es al revés: la auténtica felicidad nos hace sentir seguros…
Dibujo de un pingüino de mirada intimidante
La capacidad de intimidar a los demás con una mirada como ésta tal vez nos permita manipular a algunas personas. Pero no contribuye precisamente a alcanzar la felicidad.
Dibujo de un loro
Y también podemos ser grandes conversadores y tener una vida social muy animada…
Dibujo de un tucán
…o ser muy originales y llamar siempre la atención…
Dibujo de un gatito adorable
…o hasta podríamos llegar a conseguir que todo el mundo nos considere adorables… y aún así no sentirnos felices.
Es que la felicidad no depende de ninguna de estas cosas. No tiene que ver con posesiones ni relaciones ni talentos. Es un estado de plenitud que sólo podemos encontrar en nuestro interior, el único lugar donde podemos descubrir, para luego compartir, el auténtico amor.
Axel Piskulic